La noticia de EFEverde destaca la omisión de las consecuencias de la guerra en el medio ambiente en la agenda de la COP28. Se subraya que la guerra afecta severamente al entorno natural y al clima, no solo por la emisión de CO2 de los vehículos y armamento militar, sino también por la emisión de otros tóxicos y el daño directo a los ecosistemas. Los conflictos armados contaminan acuíferos, dejan la tierra estéril y afectan la flora y fauna autóctonas. A pesar de los vínculos claros entre guerra y crisis climática, la falta de estudios sobre las emisiones de CO2 de los conflictos militares, excluidas del Protocolo de Kyoto en 1992, es preocupante. Organizaciones como el CEOBS y Concrete Impacts instan a los países a mejorar la transparencia y el reporte de estas emisiones en la COP28
Las consecuencias de la guerra en el medio ambiente, invisibles en la COP28
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